Cuba hostiga a las Damas de Blanco

Lanacion.com

March 21, 2012

Editorial

El grupo de esposas y familiares de presos políticos del régimen cubano está bajo presión para evitar que vean al Papa

Foto de Archivo

En vísperas de la esperada visita a Cuba del papa Benedicto XVI, que comenzará el 26 del actual, las autoridades cubanas detuvieron a lo largo del pasado fin de semana a setenta Damas de Blanco. Nos referimos al valiente grupo creado en 2003 por las esposas y familiares de los presos políticos cubanos, incluyendo los que fueron encarcelados durante la llamada "primavera negra", muchos de los cuales fueron liberados de sus cautiverios por presión de la Iglesia Católica.

Si bien las damas detenidas el fin de semana fueron posteriormente liberadas, aún se encuentran bajo presión, pues las autoridades cubanas procuran evitar que asistan a las misas que oficiará el Papa en Santiago de Cuba y en La Habana el 26 y el 28 del actual, respectivamente, pues su presencia en esos oficios religiosos les daría visibilidad mundial.

Además, las Damas de Blanco procuran que el Papa se reúna con ellas para así poder plantearle el grave problema de las violaciones de los derechos humanos en la isla. En diciembre le habían enviado una carta a la Santa Sede para solicitar la audiencia.

Las detenciones ocurrieron luego de que algunas de ellas, como todos los domingos, asistieran pacíficamente a misa, en la Parroquia de Santa Rita de La Habana. Otras fueron, en cambio, interceptadas por la policía local cuando aparentemente iban hacia esa iglesia católica luego de salir ordenadamente de su sede (la casa de Laura Pollán, la fallecida ex líder del grupo) para hacer su caminata habitual por la Quinta Avenida de Miramar.

Paralelamente a la detención, el gobierno cubano organizó el clásico "acto de repudio" frente a la sede del movimiento, ritual perverso y conocido al que algunos llaman "escrache", durante el cual algunos patoteros insultaron e intimidaron -con altoparlantes que fueron aparentemente provistos diligentemente para la ocasión- por espacio de tres horas a las Damas de Blanco mientras estaban detenidas. Simultáneamente, otros doce activistas que luchan a favor de la vigencia de los derechos humanos y de las libertades civiles y políticas fueron detenidos en distintas provincias de la isla.

La semana pasada el gobierno había desalojado por la fuerza a otros trece opositores que estaban dentro de la iglesia de Nuestra Señora de la Caridad, también en La Habana. Se habían encerrado en esa basílica implorando ser recibidos por el Pontífice.

La constante represión cubana, pese a su habitualidad, no es ciertamente el mejor introito para la visita del Papa. Por lo demás, las detenciones de las Damas de Blanco manifiestan el temor que las autoridades sienten por ese grupo de mujeres que no cesa en sus reclamos de libertad para el sufrido pueblo de Cuba.

Es hora entonces de no permanecer en silencio y expresar sin rodeos la condena y el repudio que merecen las detenciones realizadas sistemáticamente por el régimen cubano. No sólo desde los medios de comunicación, sino también desde aquellos gobiernos y organizaciones sociales que proclaman a viva voz ser campeones de la defensa de los derechos humanos, pero que cuando se trata del régimen totalitario de Cuba guardan un silencio no sólo vergonzoso, sino absolutamente cómplice..