Saturday, June 12, 2010
Carta firmada por numerosos miembros de la sociedad civil cubana, dirigida a los miembros del congreso de los Estados Unidos.
A continuación una carta a la firma de numerosos miembros de la Sociedad Civil cubana, dirigida a los miembros del Congreso de los Estados Unidos. En ella se abordan los pro y los contras de la probable apertura de los viajes a Cuba por parte de ciudadanos norteamericanos, así como el probable incremento de las relaciones comerciales, fundamentalmente en el área de alimentos.
Cuba, 30 de mayo de 2010.
A: Honorables Sres. Congresistas de los Estados Unidos de América.
Honorables Miembros del Comité de Agricultura de la Cámara de Representantes.
Congreso de los Estados Unidos de América.
Washington. DC.
De: Personas que forman parte de la sociedad civil de Cuba.
La Habana, Cuba.
Honorables señoras y señores:
Los miembros de la sociedad civil cubana que suscribimos esta carta a título personal, hemos sabido que actualmente Uds. están considerando un proyecto de ley (H.R. 4645) que levantaría las restricciones de viajes a Cuba para todos los estadounidenses, y facilitaría la venta de productos agrícolas a la Isla.
Este proyecto de ley tiene como título: “Ley de reforma a las restricciones de los viajes y promoción del comercio”, tenemos entendido que cuenta con el apoyo de Republicanos y Demócratas en el Congreso. Sabemos además, que para que esta iniciativa sea considerada por el pleno, primero tendrá que ser aprobada por el Comité de Agricultura de la Cámara de Representantes.
Conocemos que importantes Organizaciones No Gubernamentales apoyan este proyecto de ley. Solo mencionaremos algunas: La Cámara de Comercio de los EEUU, el Buró de Agricultura de los EEUU, Amnesty International, Human Rights Watch, la Conferencia de Obispos Católicos de los EEUU, el Cuba Study Group y muchas otras organizaciones de derechos humanos.
Compartimos la opinión de que el aislamiento del pueblo de Cuba beneficia a los intereses más inmovilistas del gobierno, mientras que la apertura sirve para informar y empoderar a los cubanos y ayudar a un mayor fortalecimiento de nuestra sociedad civil.
Valoramos la experiencia de que todos los países occidentales, incluyendo a los EEUU, favorecieron la apertura y los intercambios con todos los países de la antigua Europa oriental. Estamos seguros de que el aislamiento no facilita las relaciones de respaldo y solidaridad de personas y grupos alrededor del mundo que están a favor del cambio hacia la democracia en Cuba.
A este respecto queremos recordar aquella memorable exhortación hecha en 1998 por el Papa Juan Pablo II quien había experimentado en su propia vida este tipo de sistema totalitario: “Que Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba”.
Al paso del tiempo hemos comprobado que el régimen cubano no se abre plenamente ni al mundo ni a los propios cubanos porque a lo que más teme es a la apertura, a la libertad de comercio y a la libre empresa, al flujo de información y a la comunicación directa entre los pueblos.
Los que se oponen a este proyecto de ley, alegan que levantar estas prohibiciones representaría una concesión al régimen cubano y constituiría una fuente de ingreso de divisas que podría ser utilizada para reprimir al pueblo. También argumentan que, dadas las incesantes violaciones de derechos humanos y los repetidos actos de repudio, el levantar estas prohibiciones sería como abandonar a la sociedad civil cubana.
Es verdad que últimamente se ha incrementado la represión y la violación sistemática de los Derechos Humanos de forma cruel y pública. Es cierto que estos fondos también podrían utilizarse para sostener e incluso agravar esta represión.
No obstante, creemos que si los ciudadanos de los Estados Unidos, como los del resto del mundo, aumentaran su presencia en nuestras calles y pudieran visitar a los familiares de los presos políticos y otros miembros de la incipiente sociedad civil cubana, podrían: en primer lugar, ser testigos presenciales de los sufrimientos del pueblo cubano; en segundo, sensibilizarse aun más con la necesidad de los cambios en Cuba; y en tercer lugar, ser puentes solidarios y cercanos para favorecer la transición que deseamos muchos cubanos.
Esta presencia solidaria, el apoyo directo y otras muchas posibilidades de intercambio, usados eficazmente, y en la dirección deseada, en lugar de dejar abandonada a la sociedad civil en Cuba, podría fortalecerla de manera significativa. De igual forma facilitar aún más la venta de productos agrícolas podría contribuir a aliviar las penurias alimentarias de la población.
Por encima de todo esto, creemos y defendemos que el respeto a todos y cada uno de los Derechos Humanos para todos, es y debe ser una prioridad absoluta sobre cualquier decisión política y económica, y que ninguna restricción de cualquiera de esos derechos puede ser justificada por motivos económicos, políticos o sociales. Creemos que los derechos se defienden con derechos.
Como viajar libremente es un derecho de todo ser humano, apoyamos la aprobación de este proyecto de ley. El actual gobierno cubano ha violado siempre este derecho y, en los últimos años, esgrime a su favor que el gobierno de Estados Unidos también coarta la libertad de viajar a sus propios ciudadanos. Aprobar esta ley, eliminaría además, esta espuria justificación.
Por último, Honorables Sres. Congresistas, tenemos la firme convicción de que los problemas de Cuba y su camino hacia la libertad y la democracia son responsabilidad y tarea de nosotros los cubanos y cubanas que vivimos en la Isla, en comunión con los que sufren el exilio en la Diáspora y aman igualmente a la Nación que todos formamos.
En el mundo de hoy todos los pueblos de la tierra se interrelacionan, aun cuando se trate de sus decisiones soberanas. Este sentido de responsabilidad con nuestra querida Patria y de fraternidad universal, nos anima a comunicarles respetuosamente nuestras opiniones con relación a este proyecto de ley que, aunque es competencia de los norteamericanos, está relacionado con Cuba.
Agradecemos su atención y respeto.
A continuación la lista de ciudadanos cubanos que firman esta carta a título personal, entre los que se encuentran presos políticos, bibliotecarios independientes, bloggers, periodistas independientes, editores de revistas, clérigos, intelectuales, artistas, animadores de la sociedad civil y miembros de organizaciones políticas:
1 Juan Juan Almeida García
2 José Alberto Álvarez Bravo
3 Silvio Benítez Márquez
4 Juan Carmelo Bermúdez Rosabal
5 Servando Blanco Martínez
6 Félix Bonne Carcassés
7 Luis Cáceres Piñero
8 Claudia Cadelo de Nevis
9 Leonardo Calvo Cárdenas
10 Eleanor Calvo Martínez
11 Marcelo Cano Rodríguez
12 Cecilio Dimas Castellanos Martí
13 Miriam Celaya González
14 Francisco Chaviano González
15 Hortensia Cires Díaz
16 Martha Cortizas Jiménez
17 Manuel Cuesta Morúa
18 Roberto De Miranda Hernández
19 Gisela Delgado Sablón
20 Reinaldo Escobar Casas
21 Oscar Espinosa Chepe
22 Guillermo Fariñas Hernández
23 Guedy Carlos Fernández Morejón
24 Juan Carlos Fernández Hernández
25 Karina Gálvez Chiu
26 Livia Gálvez Chiu
27 Margarita Gálvez Martínez
28 Julio César Gálvez Rodríguez
29 Joisy García Martínez
30 José Luis García Paneque
31 Juan del Pilar Goberna
32 Ricardo González Alfonso
33 Iván Hernández Carrillo
34 Maikel Iglesias Rodríguez
35 Irene Jerez Castillo
36 Yusnaymi Jorge Soca
37 Eugenio Leal García
38 Miriam Leiva
39 Gloria Llopis Prendes
40 Olga Lidia López Lazo
41 Yasnay Losada Castañeda
42 Luis Ricardo Luaces
43 Juan A. Madrazo Luna
44 Ainí Martínez Valero
45 Katia Sonia Martínez Véliz
46 Ricardo Santiago Medina Salabarría, presbítero
47 Manuel Alberto Morejón Soler, presbítero
48 Félix Navarro Rodríguez
49 Jorge Olivera Castillo
50 Pablo Pacheco Ávila
51 Leonardo Padrón Comptiz
52 Héctor Palacios Ruíz
53 Gustavo Pardo Valdés
54 Yisel Peña Rodríguez
55 Ana Margarita Perdigón
56 Arturo Pérez de Alejo
57 Juana Yamilia Pérez Estrella
58 Tomás Ramos Rodríguez
59 Soledad Rivas Verdecia
60 José Conrado Rodríguez Alegre, presbítero
61 María Esperanza Rodríguez Bernal
62 Lázaro Rosales Rojas
63 Elena Rosito Yaruk
64 Yoani Sánchez Cordero
65 Fernando Sánchez López
66 Elizardo Sánchez Santa Cruz
67 Mayra Sánchez Soria
68 Pedro Antonio Scull
69 Sergio Abel Suárez García
70 Virgilio Toledo López
71 Dagoberto Valdés Hernández
72 Wilfredo Vallín Almeida
73 Alida Viso Bello
74 Liset Zamora
Fuente: Frank Soria
Cuba, 30 de mayo de 2010.
A: Honorables Sres. Congresistas de los Estados Unidos de América.
Honorables Miembros del Comité de Agricultura de la Cámara de Representantes.
Congreso de los Estados Unidos de América.
Washington. DC.
De: Personas que forman parte de la sociedad civil de Cuba.
La Habana, Cuba.
Honorables señoras y señores:
Los miembros de la sociedad civil cubana que suscribimos esta carta a título personal, hemos sabido que actualmente Uds. están considerando un proyecto de ley (H.R. 4645) que levantaría las restricciones de viajes a Cuba para todos los estadounidenses, y facilitaría la venta de productos agrícolas a la Isla.
Este proyecto de ley tiene como título: “Ley de reforma a las restricciones de los viajes y promoción del comercio”, tenemos entendido que cuenta con el apoyo de Republicanos y Demócratas en el Congreso. Sabemos además, que para que esta iniciativa sea considerada por el pleno, primero tendrá que ser aprobada por el Comité de Agricultura de la Cámara de Representantes.
Conocemos que importantes Organizaciones No Gubernamentales apoyan este proyecto de ley. Solo mencionaremos algunas: La Cámara de Comercio de los EEUU, el Buró de Agricultura de los EEUU, Amnesty International, Human Rights Watch, la Conferencia de Obispos Católicos de los EEUU, el Cuba Study Group y muchas otras organizaciones de derechos humanos.
Compartimos la opinión de que el aislamiento del pueblo de Cuba beneficia a los intereses más inmovilistas del gobierno, mientras que la apertura sirve para informar y empoderar a los cubanos y ayudar a un mayor fortalecimiento de nuestra sociedad civil.
Valoramos la experiencia de que todos los países occidentales, incluyendo a los EEUU, favorecieron la apertura y los intercambios con todos los países de la antigua Europa oriental. Estamos seguros de que el aislamiento no facilita las relaciones de respaldo y solidaridad de personas y grupos alrededor del mundo que están a favor del cambio hacia la democracia en Cuba.
A este respecto queremos recordar aquella memorable exhortación hecha en 1998 por el Papa Juan Pablo II quien había experimentado en su propia vida este tipo de sistema totalitario: “Que Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba”.
Al paso del tiempo hemos comprobado que el régimen cubano no se abre plenamente ni al mundo ni a los propios cubanos porque a lo que más teme es a la apertura, a la libertad de comercio y a la libre empresa, al flujo de información y a la comunicación directa entre los pueblos.
Los que se oponen a este proyecto de ley, alegan que levantar estas prohibiciones representaría una concesión al régimen cubano y constituiría una fuente de ingreso de divisas que podría ser utilizada para reprimir al pueblo. También argumentan que, dadas las incesantes violaciones de derechos humanos y los repetidos actos de repudio, el levantar estas prohibiciones sería como abandonar a la sociedad civil cubana.
Es verdad que últimamente se ha incrementado la represión y la violación sistemática de los Derechos Humanos de forma cruel y pública. Es cierto que estos fondos también podrían utilizarse para sostener e incluso agravar esta represión.
No obstante, creemos que si los ciudadanos de los Estados Unidos, como los del resto del mundo, aumentaran su presencia en nuestras calles y pudieran visitar a los familiares de los presos políticos y otros miembros de la incipiente sociedad civil cubana, podrían: en primer lugar, ser testigos presenciales de los sufrimientos del pueblo cubano; en segundo, sensibilizarse aun más con la necesidad de los cambios en Cuba; y en tercer lugar, ser puentes solidarios y cercanos para favorecer la transición que deseamos muchos cubanos.
Esta presencia solidaria, el apoyo directo y otras muchas posibilidades de intercambio, usados eficazmente, y en la dirección deseada, en lugar de dejar abandonada a la sociedad civil en Cuba, podría fortalecerla de manera significativa. De igual forma facilitar aún más la venta de productos agrícolas podría contribuir a aliviar las penurias alimentarias de la población.
Por encima de todo esto, creemos y defendemos que el respeto a todos y cada uno de los Derechos Humanos para todos, es y debe ser una prioridad absoluta sobre cualquier decisión política y económica, y que ninguna restricción de cualquiera de esos derechos puede ser justificada por motivos económicos, políticos o sociales. Creemos que los derechos se defienden con derechos.
Como viajar libremente es un derecho de todo ser humano, apoyamos la aprobación de este proyecto de ley. El actual gobierno cubano ha violado siempre este derecho y, en los últimos años, esgrime a su favor que el gobierno de Estados Unidos también coarta la libertad de viajar a sus propios ciudadanos. Aprobar esta ley, eliminaría además, esta espuria justificación.
Por último, Honorables Sres. Congresistas, tenemos la firme convicción de que los problemas de Cuba y su camino hacia la libertad y la democracia son responsabilidad y tarea de nosotros los cubanos y cubanas que vivimos en la Isla, en comunión con los que sufren el exilio en la Diáspora y aman igualmente a la Nación que todos formamos.
En el mundo de hoy todos los pueblos de la tierra se interrelacionan, aun cuando se trate de sus decisiones soberanas. Este sentido de responsabilidad con nuestra querida Patria y de fraternidad universal, nos anima a comunicarles respetuosamente nuestras opiniones con relación a este proyecto de ley que, aunque es competencia de los norteamericanos, está relacionado con Cuba.
Agradecemos su atención y respeto.
A continuación la lista de ciudadanos cubanos que firman esta carta a título personal, entre los que se encuentran presos políticos, bibliotecarios independientes, bloggers, periodistas independientes, editores de revistas, clérigos, intelectuales, artistas, animadores de la sociedad civil y miembros de organizaciones políticas:
1 Juan Juan Almeida García
2 José Alberto Álvarez Bravo
3 Silvio Benítez Márquez
4 Juan Carmelo Bermúdez Rosabal
5 Servando Blanco Martínez
6 Félix Bonne Carcassés
7 Luis Cáceres Piñero
8 Claudia Cadelo de Nevis
9 Leonardo Calvo Cárdenas
10 Eleanor Calvo Martínez
11 Marcelo Cano Rodríguez
12 Cecilio Dimas Castellanos Martí
13 Miriam Celaya González
14 Francisco Chaviano González
15 Hortensia Cires Díaz
16 Martha Cortizas Jiménez
17 Manuel Cuesta Morúa
18 Roberto De Miranda Hernández
19 Gisela Delgado Sablón
20 Reinaldo Escobar Casas
21 Oscar Espinosa Chepe
22 Guillermo Fariñas Hernández
23 Guedy Carlos Fernández Morejón
24 Juan Carlos Fernández Hernández
25 Karina Gálvez Chiu
26 Livia Gálvez Chiu
27 Margarita Gálvez Martínez
28 Julio César Gálvez Rodríguez
29 Joisy García Martínez
30 José Luis García Paneque
31 Juan del Pilar Goberna
32 Ricardo González Alfonso
33 Iván Hernández Carrillo
34 Maikel Iglesias Rodríguez
35 Irene Jerez Castillo
36 Yusnaymi Jorge Soca
37 Eugenio Leal García
38 Miriam Leiva
39 Gloria Llopis Prendes
40 Olga Lidia López Lazo
41 Yasnay Losada Castañeda
42 Luis Ricardo Luaces
43 Juan A. Madrazo Luna
44 Ainí Martínez Valero
45 Katia Sonia Martínez Véliz
46 Ricardo Santiago Medina Salabarría, presbítero
47 Manuel Alberto Morejón Soler, presbítero
48 Félix Navarro Rodríguez
49 Jorge Olivera Castillo
50 Pablo Pacheco Ávila
51 Leonardo Padrón Comptiz
52 Héctor Palacios Ruíz
53 Gustavo Pardo Valdés
54 Yisel Peña Rodríguez
55 Ana Margarita Perdigón
56 Arturo Pérez de Alejo
57 Juana Yamilia Pérez Estrella
58 Tomás Ramos Rodríguez
59 Soledad Rivas Verdecia
60 José Conrado Rodríguez Alegre, presbítero
61 María Esperanza Rodríguez Bernal
62 Lázaro Rosales Rojas
63 Elena Rosito Yaruk
64 Yoani Sánchez Cordero
65 Fernando Sánchez López
66 Elizardo Sánchez Santa Cruz
67 Mayra Sánchez Soria
68 Pedro Antonio Scull
69 Sergio Abel Suárez García
70 Virgilio Toledo López
71 Dagoberto Valdés Hernández
72 Wilfredo Vallín Almeida
73 Alida Viso Bello
74 Liset Zamora
Fuente: Frank Soria
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C UBA nos une en extranjero suelo,
Auras de Cuba nuestro amor desea:
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